La izquierda y sus deudas con Cartagena: razones para el voto en blanco.




El debate que los candidatos a la Alcaldía de Cartagena sostuvieron frente a los micrófonos de "Hora 20" confirmó lo evidente: Wilson Borja es un candidato distinto a los demás. Goza de una larga e intachable carrera política, se ha lanzado por un partido para el cual ha militado desde su fundación (y no por un movimiento que recién le ha concedido el aval), y no se le señala por tener alianzas o acercamientos con sectores políticos o gremiales cuestionables. Su diagnostico de la ciudad es mucho mas critico que el de cualquiera de sus contrincantes, y no dudó en responsabilizar al empresariado local, evidentemente representado en dos de los otros candidatos, de muchas de las problemáticas fiscales que asfixian a Cartagena. Y sus criticas también se extendieron hacia la forma en como se hace política en la ciudad (la presencia de "puyaojos" y/o "politiqueros de barrio" coaccionados con dinero). 

En lo que Wilson Borja parecía no diferenciarse de los demás era en la viabilidad y potencial efectividad de sus propuestas concretas para Cartagena. Al igual que los demás candidatos, él proponía reformas razonables, que llevadas a cabo, mejorarían sustancialmente el entorno urbano. Al escucharles recordaba las palabras de un amigo que solía decirme: "Todos los candidatos a cargos públicos tienen siempre propuestas maravillosas, que si las implementaran, harían del país algo mejor. Por eso, a la hora de elegir entre ellos, el problema no son las propuestas en si, si no que tan reales son sus intenciones de llevarlas a cabo." Si me atuviera a estas palabras, votaría a ciegas por Wilson Borja. Sin embargo, optaré una vez mas por el voto en blanco. Lo haré por una sola razón: como era de esperarse, sus propuestas no representan un proyecto coherente de ciudad. No responden a un ejercicio riguroso, largo y reposado de estudio de Cartagena y sus múltiples problemáticas, las cuales no están solamente asociadas al contexto actual, con el cual Borja parece estar familiarizado, sino a causas estructurales que sus propuestas no tocan. 

La responsabilidad de lo anterior no recae necesariamente sobre él, ni mucho menos sobre su "cartagenidad", la cual para mucho esta en duda (en su agenda política previa, Cartagena escasamente había tenido lugar. Su actividad publica era mas de carácter nacional, y fuertemente concentrada en Bogotá, ciudad a la que le sirvió como Representante a la Cámara). La responsabilidad recae sobre las fuerzas locales de su partido, el Polo Democrático Alternativo (PDA), quien ha fallado en "pensar" la ciudad, en debatirla, en estudiarla, en analizarla minuciosamente, y en formular proyectos de ciudad, en base a sus discusiones, y a los idearios de su partido y de su propuesta política. Durante años discutieron la posibilidad de crear ese escenario, una "mesa de ciudad", donde militantes, simpatizantes y organizaciones de base se sentaran a conversar sobre las problemáticas que aquejaban a la ciudad. La iniciativa no prosperó en su momento. Quizás por tal motivo, desde su fundación, las aspiraciones políticas del PDA han sido poco exitosas en Cartagena, al menos en lo concerniente a la Alcaldía. Cuando no se han abstenido de lanzar candidatos propios, han lanzado candidaturas improvisadas que terminaron bastante mal (por ejemplo, la renuncia de su candidato para las las elecciones del año 2007, y su decisión unilateral e inconsulta de respaldar a  Judith Pinedo, la final vencedora). 

De fondo existen dos problemas graves en lo concerniente al actuar del PDA en Cartagena: uno, sus aspiraciones políticas en la ciudad no responden a debates y estudios extensos sobre la misma (en materia económica, urbana, cultural, etc), y dos, su visibilidad se reduce a sus pequeños espacios de acción, pero no llega al cartagenero de a pie, al ciudadano del común no afiliado ni a sindicatos, ni a organizaciones estudiantiles. Es probable que para ellos, el PDA solo exista en el contexto de las elecciones. 

La izquierda organizada tiene una deuda inaplazable con Cartagena. Como parte de la sociedad civil debe comenzar a "pensar" la ciudad, y tiene que asumir ese compromiso de cara a la ciudadanía. Aunque el voto en blanco no tendrá un destino mas favorable que el que le espera a la candidatura de Wilson Borja, este puede servir como un llamado de atención para una fuerza social y política que tiene mucho para brindarle a Cartagena, al menos mucho mas de lo que le ha brindado hasta el momento. 

Comentarios

  1. Muy buen comentario Orlando...sin lugar a dudas hay problemas graves que aquejan a la ciudad como la pobreza. la exclusion social y politica, falta de un buen ordenamiento territorial, inversion en educacion, cultura y deporte y pare de contar, que son problemas surgidos de causas estructurales y por tanto asi debe ser su solucion, no obstante, a parte de la falta de proyeccion politica a ese nivel de quienes se postulan yo le complementaria la existencia historica de grandes pulpos humanos que han hecho con esta ciudad lo que les ha venido en gana, en realidad ellos son los que gobiernan y son dos familias que imponen un terror politico, coaccionando a quien tiene pretensiones de transformacion, en pocas palabras son los dueños de Cartagena, por eso necesitamos una fuerza mas poderosa que los pueda derribar y pueda tranformar en algo, porque lo cierto es que cada dia nos estamos undiendo mas en problematicas sociales, a parte de la corrupcion esta la delincuencia en los barrios y la que trajeron las bacrim, con su gran metodologia; la extorsion... Entonces lo ideal es montar una maquinaria para repensar la ciudad, pero que sea tan fuerte que no se deje cooptar ni comprar por estos señores.

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    1. De acuerdo. Se necesitan iniciativas ciudadanas que agrupen a partidos políticos, pero también a organizaciones sociales de base. De tal unión puede surgir una fuerza que pueda hacerle un contrapeso real a los "clanes" que históricamente han controlado la ciudad.

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  2. En este día pude ver una vez más la ignorancia política al que la barriada cartagenera se somete. Claro está, tendrán sus motivos, pero ya no creo que exista la esperanza consiente y real por alguien que sea un verdadero líder político, con un programa hecho para Cartagena y su población más vulnerable. No existe entre ellos (los candidatos) una verdadera propuesta política que aflore en la seriedad. Todo lo digo porque hoy acá en el barrio el candidato D. V. T. entró con una comitiva de más de 300 personas (sin exagerar) y como 20 camionetas con sus afiches. El caminaba dándole la mano a todos los que se les atravesaba, los abrazaba cual humildad. Quien llevaba el megáfono solo decía: Este es el que el pueblo necesita, este es el que necesitamos" Y a la par escuchaba comentarios de personas curiosas por el alboroto: "Quien lo ve acá con los pobres y hace un par de años nos prometió unas becas y más nunca regreso" O "ya que voté por él". Palabras que atraparon poderosamente mi atención, porque por un lado esta este tipo de gente a la que anteriormente llamé "ignorantes" que hace campañas a políticos, a cualquier hora, donde sea y como sea y por el otro el pueblo que ya ha venido de una experiencia previa de fracaso con dichas campañas y sus propuestas políticas.
    Pero hoy no escribo para criticar a D. V. T. y su campaña política, porque seguramente tiene muchas propuestas que tientan, escribo para decir que más allá de partidos políticos y candidatos de izquierdas o derechas, creo con firmeza que ninguno tiene la suficiente capacidad de llevar el mando político de una ciudad tan golpeada por la mala administración de recursos, que ha tenido desigualdades entre ciudadanos y donde los apoyo a sectores como el educacional no son suficientes. No me logro conectar con sus agendas políticas y preocupaciones con las que ellos consideran las necesidades más apremiantes para esta ciudad. Por eso es que mi única campaña para estas próximas elecciones será la del voto en blanco, ya que es el único que me da la suficiente tranquilidad de saber y sentir que he hecho algo bueno por esta ciudad. Veremos que pase en un futuro...

    SEY

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    1. Evidentemente el problema en Cartagena ha sido que las propuestas de partidarios de izquierda no han sido radicalmente opuestas a las de la derecha. Es como si le apostaran al mismo modelo de ciudad. En el fondo, es que ninguno se ha puesto con seriedad a "pensar" la ciudad, y por lo tanto han terminado proponiendo pañitos de agua tibia que no resuelven los problemas estructurales de la ciudad. Ha sido en el actuar cotidiano que se han diferenciado. Y aún asi. Gracias por tu comentario, Sey.

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    2. Claro, todo es mas que campañas políticas y propuestas por aquí y ayudas por allá, pero solo para alcanzar la dicha del poder. Sin importar que se sea de derecha o de izquierda, los mismo modelos de política se reflejan en ambos. Me pregunto si estos dos próximos años valdrá la pena precisamente la ejecución de esos "pañitos de agua tibia" para mermar un poco la crisis ciudadana que ahora estamos viviendo?. Esperemos que ese próximo ganador sea alguien que se atreva a pensar en la ciudad desde sus ciudadanos.

      SEY..

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  3. Suscribo completamente el texto, solo con una observación: En cuanto a al apoyo a Pinedo la situación fue contraria a como la expresas. Mientras las bases y algunos sectores planteaban la necesidad de respaldar a Pinedo sobre la base de unos acuerdos programáticos (lo cual también podría ser un sueño en tanto que su programa de gobierno ya estaba montado y solo faltaban dos semanas para la fecha de elecciones) los sectores mayoritarios en la dirección como el Moir y el PC optaron por lo contrario. Incluso a pesar de haber perdido el debate por votos en una asamblea general. Y lo peor fue que David Múnera, vocero oficial, salió dando declaraciones en las que decía que se había dado libertad para que los distintos sectores decidieran entre el voto en blanco, la abstención y Pinedo, pero que desde la dirección regional no apoyaban a Pinedo por considerarla neoliberal y demás. Por supuesto, esto es un contrasentido que de antemano deslegitimaba a los sectores que se inclinaron hacía la Mariamulata, lo que fracturó completamente las confianzas y que a la postre fue el inicio del fracaso de dicha colectividad en la ciudad.

    William

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    1. Gracias por la aclaración, Willy. Desde luego que recuerdo algo del ambiente general en el PDA en aquellas elecciones, y de la simpatía de las bases y varios sectores por Pinedo. Quise enfatizar ante todo el desatino de la elección de Vergara, y de su decisión unilateral de respaldarla (que yo sentía mas motivada por intereses personales, que por responder al llamado de las bases y demás sectores del Polo).

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