Fernando Araújo y Chambacú: una herida abierta



Cuando Chambacú desapareció en 1971 nadie se habría imaginado que casi 50 años después el barrio seguiría figurando en los titulares de la prensa. Ese año, sus 18.000 habitantes comenzaron a ser reubicados en cinco proyectos de vivienda construidos a lo largo de la ciudad. De ese modo culminó un largo debate que había iniciado 15 años atrás cuando se formuló el primer plan para su erradicación. En los últimos meses, Chambacú volvió a salir a luz pública. El ex-ministro Fernando Araújo, que hoy aspira a convertirse en alcalde de Cartagena, es señalado por algunos de haberse apropiado ilegalmente de los terrenos a inicios de los años 90. En 1999, la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría iniciaron una investigación en su contra para determinar si él y algunos funcionarios del Distrito habían incurrido en actos ilegales. Araújo, que se desempeñaba en ese entonces como Ministro de Desarrollo, se vio obligado a renunciar. La investigación no rindió frutos, y el proceso en su contra precluyó debido a falta de pruebas en el 2003. No obstante, su reputación quedó marcada para siempre. Araújo se defiende, y suele asistir a los debates electorales con una copia del dictamen que confirma que el proceso precluyó sin que se demostrara su culpabilidad. 

En los últimos días, Araújo ha hecho circular una revista donde destaca sus propuestas de campaña, y experiencias en el sector público. Allí dedica una página entera a desmentir los rumores sobre Chambacú. Afirma que a diferencia de lo que muchos creen, él no es propietario de los terrenos, y que por el contrario, una buena parte es espacio público de propiedad del Distrito. Inclusive, advierte que la "verdadera historia que rodea a Chambacú es que al inicio era una invasión", y que el Estado decidió eliminarlo para reubicar a sus habitantes en viviendas dignas, sin que las familias opusieran resistencia, y que por lo tanto, "no hubo desalojos a la fuerza". Pero Araújo confunde dos eventos históricos completamente distintos. Efectivamente, en 1971, 1200 familias fueron reubicadas tras llegar a un acuerdo con el municipio y el Instituto de Crédito Territorial. Araújo omite un segundo evento ocurrido en 1996. En abril de ese año, las autoridades intentaron desalojar a más de treinta familias que ocupaban un terreno anexo a Chambacú y conocido como Papayal. El operativo incluyó tanquetas de la Infantería de Marina, policías e incluso un helicóptero, y dejó como saldo a 28 personas heridas, entre policías y civiles. El hecho fue ampliamente cubierto por la prensa local y nacional. El diario El Universal, de propiedad de la familia Araújo, no registró la noticia. Los habitantes señalaban que tenían documentos que certificaban que tenían posesión de los predios desde inicios del siglo XX. Fernando Araújo, que en ese entonces gerenciaba un proyecto inmobiliario en la zona, solicitó a las autoridades que sus derechos sobre el terreno fueran restablecidos. Con los años, las familias se vieron forzadas a retirarse. 

Para los cartageneros, Chambacú es una herida abierta de la cual todavía emana el recuerdo de la pobreza, la exclusión, y el racismo que experimentaron las familias que habitaron el barrio hasta 1971 (o hasta 1996). Para sanar esa herida es importante narrar su historia de manera ética y rigurosa, sin acudir a anacronismos, ni tergiversar o silenciar los hechos. Aquellos silencios solo servirían para alimentar la memoria histórica de la segregación que tanto aflige a la ciudad. 

Comentarios

  1. Todavía anda diciendo el HP que él no se robó ese terreno

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  2. Desde tiempos inmemorables esa familia Araujo viene haciendo daño

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  3. El no aspiró a reelegirse en el Senado porque iba a aspirar a la alcaldía sino porque sabía que se ahogaba. La gente no va a votar por el a la alcaldía. Tenga lo por seguro. Ni que pague el voto a 500.000 o 1000.000

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